¡Muy buenas queridos amigos!

Hoy os quería compartir la última actividad que he estado haciendo con mis peques y que hemos disfrutado un montón, además de que nos ha dado pie a un montón de preguntas.

Particularmente siempre me ha gustado mucho observar el cielo y pensar en el Universo, de hecho cuando estaba en la época de tener que elegir qué estudiar me planteé Astrofísica, aunque las personas de mi alrededor me decían que sería difícil encontrar salidas profesionales.. Sin embargo, creo que no fue por casualidad que mi primer trabajo fue para un proyecto de la Agencia Espacial Europea, el cohete Ariane, de hecho fue en lo que basé mi proyecto fin de carrera, y cada vez que se hacía un lanzamiento me quedaba a verlo por la noche en directo.. sentir que yo aportaba un pequeño granito de arena a algo tan impresionante me ponía literalmente la piel de gallina..

Cuando nació mi hija mayor me encantaba hacer visitas al fantástico Planetario que tenemos en Madrid con ella, y también recuerdo largas noches de verano en la casa de campo de mi mejor amiga en las que nos tumbábamos en la pradera a hablar y filosofar de la vida mientras contemplábamos la vía láctea y comentábamos lo que cada uno sabía sobre nuestros astros..

Pues bien, ahora mi mayor tiene ya 12 y mi hijo pequeño 6, por lo que está entrando en el segundo plano del desarrollo y como decía Maria Montessori llega la etapa de los grandes porqués.

Hace poco me preguntó que cómo era posible que vivieran los habitantes de debajo de la tierra sin caerse, refiriéndose a los del hemisferio Sur, y me tocó intentar una explicación sobre las fuerzas gravitatorias que no se si llegó a entender, jeje 😅

Estos días que ya ha acabado el curso escolar estamos haciendo una mini escuela de verano en casa (compartí algunas fotos aquí), y yo también estoy preparando actividades de las Master Clases que voy a impartir a primeros de julio.

Con el peque ando trabajando lectoescritura y por eso se me ha ocurrido plantear retos que le escribo en diferentes sobres que él mismo tiene que leer y descifrar.

Obviamente con la mayor tengo que pensar algo adaptado a sus intereses y desarrollo cognitivo, y se me ha ocurrido una actividad que además ha despertado mucho interés en el peque: ¿cómo construir un reloj de arena? 🤔

Hace unos meses estuvimos también reflexionando sobre el posible blackout del que se hablaba tanto que podía suceder en Europa debido a un colapso de los sistemas energéticos, los posibles conflictos bélicos.. etc

Esto nos dio oportunidad de hablar de la dependencia que tenemos de la electricidad, y de que antiguamente no hacían falta tantas cosas para vivir. En esa ocasión volvimos a recuperar nuestra radio que se carga tanto con dínamo como con energía solar, y aprovechando que en casa tenemos unos grandes ventanales se nos ha ocurrido investigar sobre cómo podríamos saber qué hora es si no funcionaran nuestros aparatos electrónicos. ¡Pues como se ha hecho toda la vida, mirando el cielo y observando las sombras!

Justamente hacía unos días había recibido un mensaje de una persona que me proponía ir a hacer una observación astronómica familiar en el Nocturnario en la sierra de Madrid, es una actividad a la que le tengo infinitas ganas y creo que vamos a conseguir organizar con tiempo para la famosa lluvia de Perseidas del mes de agosto.

Pues bien, una cosa llevó a la otra y de ahí la magnífica Sarai me mostró un fantástico tutorial para construir nuestro propio reloj solar de una forma muy sencilla. Apenas hay que imprimir una plantilla que ya está en la medida adecuada, recortar y doblar. Eso sí, para utilizarlo correctamente tendremos que descubrir primero dónde esta el Sur geográfico en nuestra casa o en el lugar que lo vayamos a ubicar.

He de decir que me he quedado impresionada con la facilidad de esta propuesta de actividad, y os invito a que leáis el artículo completo porque ahí nos explican que esta plantilla está preparada para ubicarse en Madrid, pero que si estamos en otro lugar se pueden hacer pequeñas correcciones.

Además, nos dan pie a hablar del porqué de la diferencia entre la hora solar y la hora civil, y cómo se calculan todas estas medidas, ¡miedo me dan las nuevas preguntas de mi peque que pueden ser desde qué hacemos con la variación de minutos cada día hasta cómo volvemos a encender el Sol si le da por apagarse, jeje 🙂

Nuestra próxima actividad será construir un planisferio celeste y entender cómo se utiliza, un super reto que además nos vendrá genial para disfrutar de observar las estrellas fugaces este verano y para prepararnos para pedir nuestros mejores deseos en la esperada lluvia de agosto.

Imaginarnos el resultado ya es muy apetecible..

Para terminar, me gustaría recordar lo importante que es incentivar esa curiosidad innata que tienen nuestros peques por aprender del mundo que les rodea. En la pedagogía Montessori hablamos de Educación Cósmica como una de las áreas de aprendizaje en las que se basa el currículo de primaria y es una auténtica maravilla.

Aquí os enlazo otra actividad preciosa que podéis hacer: “Mi lugar en el Universo“, así como un precioso vídeo que hizo una de mis alumnas y subimos al canal de YouTube mostrando lo bonita que puede quedar.

¿Qué os parecen estas actividades?

¿Os animáis a probar y nos contáis el resultado?

¡Os leemos en comentarios!

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