Hola, amigos y amigas:
Hoy tenemos un artículo escrito por nuestra colaboradora Rocío Brea que, viene a hablar sobre una de las características de la pedagogía Montessori que más llama la atención de los adultos que se forman en ella; la concentración y los ciclos de trabajo. Para ella, como maestra, fue muy revelador conocer estos ciclos y ver su relación directa con la concentración. Se trata de algo que, a veces, es complicado conseguir en un aula.
¿Qué son exactamente los ciclos de trabajo Montessori?
Un ciclo de trabajo Montessori es un bloque de tiempo ininterrumpido. Durante este tiempo, los niños se encuentran dentro del ambiente preparado y pueden explorarlo, observar a sus iguales o bien interactuar con algunos de los materiales de su interés y trabajar con ellos. Durante este tiempo se les brinda la oportunidad de concentrarse en el trabajo, disfrutar de él y todo ello mientras realizan actividades que favorecen su desarrollo y/o cultivan su habilidades para la vida.
¿Qué nos dice la teoría de María Montessori sobre estos ciclos de trabajo?
La doctora habla de los ciclos de concentración en varias de sus publicaciones, por ejemplo Spontaneous Activity in Education y The Absorbent Mind.
Durante un ciclo de trabajo el niño puede experimentar diferentes patrones relacionados con la concentración: momentos de distracción, desconcentración, momentos de falsa fatiga y también momentos de máxima concentración. Recordemos que las actividades en Montessori requieren de repetición para su perfeccionamiento, por lo que es totalmente normal que estos patrones aparezcan.
María Montessori nos hablaba de la “curva primitiva” de orden hacia el trabajo y nos explicaba que, con la normalización del niño, aparecen también la concentración y la independencia dentro del aula. En su libro Actividad Espontánea en Educación, Maria recoge algunas curvas realizadas tras la observación de estos periodos de trabajo en diferentes momentos de desarrollo dentro del ambiente preparado. Aquí podéis leer su libro completo.
En este primer gráfico podemos observar que hay varios momentos en los que la línea de la curva aparece por debajo de la línea discontinua, esto corresponde con momentos de distracción, falsa fatiga y desorden. Este gráfico es muy común las primeras veces que un niño accede a un ambiente preparado o aula Montessori.
En este segundo gráfico podemos observar cómo estos momentos de distracción han disminuido notablemente y el niño o la niña están avanzando hacia el orden y, por ende, aumentando sus periodos de concentración.
En este gráfico podemos ver cómo ha desaparecido por completo la falsa fatiga o la distracción, incluso en los cambios de actividades. Nos encontramos entonces ante un ciclo de trabajo con completa concentración. En este momento es muy importante que el adulto responsable no interrumpa al niño/a, deberá observar sus intereses y detectar sus periodos sensibles para introducir en el ambiente los materiales adecuados.
¿Cuánto duran estos ciclos de trabajo?
La duración de los ciclos de trabajo varía dependiendo del grupo de edad con el que se está trabajando, la escuela y también de las condiciones que se dan, sobre todo en escuelas que no son cien por cien Montessori donde es más complicado ajustar estos periodos de trabajo.
Así que, os dejo una propuesta sobre cómo poder introducir estos ciclos y la duración que me parece adecuada aunque, como ya sabéis, debemos seguir al niño por lo que todo puede ser adaptado según las características de los grupos que tengamos.
¿Cómo podemos ajustar estos ciclos de trabajo en las aulas?
-
- Comunidad infantil: un periodo de dos horas al día que podemos implantar sobre todo por las mañanas, entre las rutinas de alimentación de los más pequeños, que suele ser cuando éstos están más receptivos.
-
- Casa de niños: un ciclo de tres horas por la mañana y en las edades superiores podemos ir ampliando algún espacio de tiempo también por la tarde.
-
- Talleres 1 y 2: dos periodos de tres horas, uno por la mañana y otro por la tarde.
En las escuelas o centros que no son cien por cien Montessori esto puede resultar más complicado, ya que los horarios suelen estar muy estructurados, pero la verdad es que cada día son más las que desarrollan proyectos de transformación maravillosos como es el caso de Cristina Rincón que entrevistamos hace poco en el blog (puedes leer más en este enlace).
Hay entradas de distintos especialistas al aula, como por ejemplo de idiomas y algunas otras actividades que, a priori, nos pueden dificultar la implantación de estos ciclos. En estos casos, podemos buscar siempre opciones dentro del horario donde podamos sacar periodos ininterrumpidos de trabajo aunque no sean exactamente de tres horas.
Beneficios de los ciclos de trabajo.
Durante estos ciclos de trabajo, los niños y niñas obtienen grandes beneficios en su desarrollo como por ejemplo:
-
- Adquieren mayor independencia.
-
- Su motivación es intrínseca.
-
- Fortalecen su capacidad de concentración.
-
- Sienten satisfacción por la realización de sus trabajos.
También, indirectamente estamos ayudando a nuestros peques emocionalmente, ya que como decía María Montessori, la concentración y la felicidad están directamente conectadas.
“El niño que se concentra es inmensamente feliz”. Maria Montessori.
Si eres docente y quieres aprender sobre esta maravillosa filosofía para aplicarla en tu día a día puedes echar un vistazo a la formación para centros educativos en este enlace o al Diplomado universitario en pedagogía Montessori en este otro.
Por mi parte me gustaría dar las gracias a Rocío por este artículo que considero muy interesante.
¿Qué te han parecido los ciclos de concentración en Montessori? ¿Los habías observado antes en tus hijos y/o alumnos? Me encantaría que nos dejases un comentario y te invito a compartirlo en tus redes.
Si quieres también puedes suscribirte aquí a la lista de correo, recibirás tres estupendos regalos y te avisaré de todas las novedades. Gracias de corazón.
gracias.