¡Estoy nominada a los premios Madresfera!

Wuau!

Hace unos días recibí una estupendísima noticia que no me esperaba, mi blog está nominado a los Premios Madresfera en la categoría de Educación.

Como ocasiones así pasan pocas veces en la vida y desde luego el simple hecho de estar nominada ya supone un reconocimiento al trabajo pues oye, no quería dejar pasarlo por alto y he decidido escribir este post para que podáis conocerme un poquito más, (si no habéis leído el post de “treinta cosas que no sabes sobre mi“), sepáis todo esto comenzó por una pasión y ganas de ayudar a los demás hace ya cinco años y que poco a poco he llegado hasta aquí a base de mucho esfuerzo e ilusión.

Porque yo, como probablemente tú, soy una mamá que también tiene que trabajar porque sus hijos tienen la “manía” de comer tres veces al día, jeje. Y cuando decides comprometerte con un blog no es que te sobre tiempo para sentarte a escribir entre tu cita en la peluquería y el gimnasio, es que casi siempre has vivido una situación injusta, te has encontrado muy sola en la maternidad, te has sentido juzgada y culpable, muy culpable y llena de dudas, y cuando empiezas a ver a luz sientes unas ganas de sacarlo fuera y sobre todo, de poner tu granito de arena para que las mujeres que vienen detrás no vuelvan a sentirse así, en la etapa que tendría que ser la más bonita de sus vidas.

Mi hija mayor, que cumplirá 8 años este miércoles, nació un mes antes de lo previsto. Al ser un poco prematura y con bajo peso se dormía en las tomas y siempre estaba el miedo a que no se alimentara suficiente o le diese una hipoglucemia. A los pocos días de nacer fui a conocer a la matrona de mi centro de salud, para preguntar si había grupos de lactancia o de masaje infantil, y esta se limitó a decirme que ella trabajaba y no organizaba “tonterías“, se limito a sacar a mi hija del carrito y a “pesarla” con sus manos dando un gran veredicto:

“Esta niña no pesa ni dos kilos, llévatela a urgencias al Puerta del Hierro porque la estás poniendo en peligro por tu empeño en darle teta”.

Imaginaros cómo me sentí en ese momento, madre primeriza y llena de dudas, y prácticamente sola, ya que mi pareja andaba trabajando en un proyecto en Argelia y mi madre viviendo en Málaga por trabajo. Mis amigas de toda la vida también estaban lejos, y yo era un mar de dudas y culpabilidad..