Muy buenas!
Hoy vengo a tocar un tema muy delicado, pero sobre el que creo que puedo echar una mano, especialmente a los papás y mamás primerizos que nunca han pasado por esta situación. Es el tema estrella de estas semanas. Todos hemos tenido que vivir en algún momento (o varios) esta aventura: la de escoger colegio para nuestros peques.
Elegir el colegio más adecuado para nuestros hijos es una tarea que conlleva una gran responsabilidad y reflexión por parte de los padres y madres. No se trata solo de encontrar un lugar donde nuestros niños y niñas reciban una formación académica, sino de elegir un entorno que promueva su desarrollo integral, fomente sus habilidades sociales y respete sus individualidades. Es una decisión que no solo va a afectar a su futuro inmediato, lo va a hacer a largo plazo. En el cole van a pasar mínimo 6 horas al día durante la próxima década y media, no debemos tomarlo a la ligera. Elegir el cole va a influir en su forma de pensar, actuar y relacionarse con el mundo que les rodea.
Por ello, es esencial reflexionar y deliberar esta elección con la atención que merece. En este artículo quiero compartir algunos aspectos fundamentales a considerar para acertar lo máximo posible en nuestra decisión: consejos, errores que se suelen cometer, elementos a tener en cuenta… Al final se trata de que la educación de nuestros hijos sea la mejor posible, pero también el entorno en el que se desarrolla, los principios que se le inculcan o la forma de comprender el mundo que se le va a enseñar.
Para plantearnos esta situación, lo primero es comprender que no existe un modelo único de educación que se adapte a todas las necesidades y preferencias. No hay algo que nos pueda satisfacer a todos por igual, ya que cada familia y cada niño son únicos y querremos algo que se adapte lo mejor posible a nuestras circunstancias. Por lo tanto, al iniciar este proceso, es importante tener en cuenta una serie de aspectos clave que nos ayudarán a tomar una decisión informada y acertada.
¡Ojalá este artículo te sea de la máxima ayuda posible!
Aspectos a tener en cuenta para escoger la escuela de nuestros hijos
Como te decía, elegir centro educativo va a ser importante para su desarrollo académico, social y emocional. Por experiencia, tanto como mamá como profesional que trabaja con familias y escuelas a diario, te dejo una serie de aspectos que creo que son importantes a considerar. Quizá algunos ya los hayas considerado o te parezcan “lógicos”, pero me gusta recalcarlos por si acaso:
Tipo de centro o escuela
Este, quizá, sea el primer debate que tengamos que plantearnos para hacer una criba de escuelas candidatas. En España, como en otros muchos países del mundo, tenemos tres tipos: escuela pública, concertada y privada.
Cuando planteemos esta elección, por supuesto, tendremos que hacer números sobre el presupuesto que podemos permitirnos y la inversión de la matrícula y otros costes asociados. Pero no sólo se trata de una decisión basada en el dinero: los centros privados y concertados pueden incluir en el currículo educativo una serie de valores que, para ti, pueden tener mayor o menor importancia. Pueden implementar ciertas pedagogías a las que, quizá, no quieras renunciar porque quieras educar a tu hijo o hija en ellas. O tal vez, cerca de ti, existan centros públicos que tienen todo lo que necesitas y no debas plantearte otras alternativas.
Mi consejo es que esta decisión también la tomes (o la toméis) pensando en la criatura. No pienses en el estatus que puede aportar que tu peque sea alumno de tal o cual centro. Piensa en si le gustará, si se ajusta a lo que quieres para él o para ella, si podrá desarrollarse al 100% como persona.
La filosofía educativa
La filosofía educativa del colegio es un factor fundamental a tener en cuenta. ¿Está alineada con los valores y creencias que quieres para la educación de tus hijos? ¿Va en el mismo sentido que tu modelo de crianza? Es importante para las familias, pero también para los niños y niñas que lo trabajado en la escuela y lo trabajado en casa coincidan lo máximo posible para no generarle confusión. Lo ideal para mí sería un centro que se preocupe por el desarrollo integral del niño (físico, emocional, intelectual, social…) y que lo haga respetando su individualidad. ¿El centro que tienes en mente se preocupa por estos detalles?
Aquí te comparto un documental de lo más interesante de mi amiga Laura Mascaró: Educación a la carta.
La metodología de enseñanza
La metodología de enseñanza utilizada en el colegio juega un papel crucial en el proceso de aprendizaje de los niños. ¿Se centra en el aprendizaje activo y la participación del estudiante? ¿Fomenta el desarrollo de habilidades prácticas y el pensamiento crítico? ¿Se le da importancia a que el niño adquiera habilidades extra-académicas como la autonomía? Hay muchas pedagogías o “métodos educativos”, aunque como a la propia Maria Montessori, a mí tampoco me hace mucha gracia hablar de métodos como si educar fuese aplicar una receta mágica. Debes asegurarte de que, como mencionamos con la filosofía educativa, la pedagogía del cole se ajusta a tu forma de trabajar en casa. Facetas como la aplicación de la disciplina positiva, la importancia que se le da a las áreas de aprendizaje, la rigidez del currículum educativo, el respeto a los ritmos de desarrollo de cada peque…
Currículo educativo y programas extracurriculares
Es importante evaluar el currículo académico del colegio y los programas extracurriculares ofrecidos. ¿Ofrece diversidad de actividades que puedan resultar interesantes y complementen la formación de tu peque? ¿Encajan con nuestros horarios, nuestras posibilidades y, sobre todo, con las preferencias de nuestro hijo? Recuerda que, al final, debemos plantearnos un abanico de actividades extraescolares con las que nuestro hijo o nuestra hija esté de acuerdo y le motiven. Si, por ejemplo, no le gusta el fútbol, no será feliz yendo 3 horas semanales a practicarlo.
¿Nos veremos obligados a movernos de centro (y de zona) para que tenga actividades fuera del horario lectivo? También es una pregunta importante, porque al principio necesitará que alguien le lleve y le recoja y, dentro de un tiempo, querrá ir solo. Es importante que tenga una buena combinación de transporte público o que pueda ir andando. Como ves, las reflexiones no sólo son para un futuro inmediato, también son importantes para el medio y largo plazo.
Instalaciones y recursos
Asegúrate de que el colegio cuente con instalaciones adecuadas y recursos suficientes para apoyar el aprendizaje. ¿Dispone de un buen patio con árboles, un huerto, biblioteca y áreas deportivas? Para mí esto es mucho más importante que las famosas pizarras digitales..
Es cierto que no todos los centros disponen de los mismos recursos, pero la diferencia muchas veces está en la motivación, en la forma en que cada escuela comprende el aprendizaje. Puede ser que una escuela no tenga un pabellón polideportivo, pero que le dé la importancia necesaria al desarrollo físico, supliendo así la falta de recursos. Es importante que, para conocer estas motivaciones, visites el centro y observes en primera persona aquello que más te interesa o te inquieta.
Montessori Tres Cantos
Comunidad escolar
Cuando pensamos en una escuela, quizá no lleguemos a plantearnos este punto, pero también es de gran importancia. Piensa en el tiempo que va a pasar allí tu hijo o hija. En las veces que vas a necesitar relacionarte con el centro. En la importancia de las relaciones humanas entre familias, docentes, dirección, otros trabajadores y el alumnado.
¿No te gustaría que cuando tu peque esté en el colegio tú tengas la tranquilidad de que lo van a tratar como si fuese una familia? ¿De cómo se reacciona en situaciones que puedan entrañar riesgo para el niño o la niña? ¿De la franqueza con la que te hablarán los docentes sobre su desarrollo? Interésate por la relación entre estudiantes, profesores y padres, así como el ambiente escolar en general.
También es importante que te preocupes por los valores que se fomentan, por la inclusión educativa y por protocolos en ciertas situaciones, como el bullying o acoso escolar. ¿Cómo se previene? ¿Cómo se combate? No solemos ponernos en esta situación, pero nadie puede asegurar de que no va a suceder y nuestros hijos no lo van a sufrir (o provocar).
Localización y accesibilidad
Este es uno de los puntos que, con certeza, ya te has planteado . Pero permíteme que añada algunos matices, porque no siempre miramos un horizonte temporal lo suficientemente amplio, como te comentaba en el caso de las actividades extracurriculares.
Considera la ubicación del colegio y su accesibilidad para vuestra familia. ¿Está cerca del hogar o lugar de trabajo? ¿Ofrece facilidades de transporte para los estudiantes? ¿El niño o la niña va a poder ir andando a la escuela cuando tenga la edad suficiente? Cuando vaya solo a clase, ¿hay una ruta de transporte escolar?
Y sobre todo lo más importante.. ¿va a tener a sus amigos en el barrio?
Inversión y financiación
Evalúa los costes asociados con la educación en el colegio (no sólo me refiero a matrículas en coles privados, tras la escolarización puede haber más gastos). ¿El colegio ofrece becas o ayudas económicas para familias que lo necesitan? Es posible que estas ayudas no sean ofrecidas por el centro, pero sí por el Estado a nivel regional o local. Pregunta también en el Ayuntamiento de tu ciudad. Y, por supuesto, asegúrate de que tu decisión se corresponde con el nivel de inversión que puedes permitirte.
Errores frecuentes que puedes evitar para elegir centro educativo
Una vez puestos sobre la mesa los criterios fundamentales a tener en cuenta a la hora de elegir colegio para tus hijos, quiero compartir los errores más habituales que cometemos. Son fruto de la falta de información, de la falta de tiempo para estudiar a fondo este tema o de permitir que otros tomen las decisiones en nuestro nombre (por ejemplo, las familias de sus amigos y amigas, familiares que han pasado recientemente por la misma elección…). A continuación, te dejo una lista con los siete errores más frecuentes que debemos evitar al elegir un centro educativo para nuestros hijos:
Dejarse llevar por la opinión de los demás
Aunque es útil escuchar las experiencias de otras personas, no debemos basar nuestra decisión únicamente en la opinión de los demás. Cada familia y cada niño son únicos, y lo que funciona para otros puede no ser lo mejor para nosotros. Podemos tomar sus testimonios como referencia, buscar en internet reseñas de otras familias, pero lo mejor siempre será que visitemos la escuela y vivamos en primera persona lo que experimentarán nuestros hijos si llegan a asistir a ella.
Enfocarse únicamente en el prestigio del colegio
El prestigio del colegio no siempre refleja la calidad de la educación que ofrece. Es importante investigar a fondo la filosofía, la metodología y la comunidad escolar antes de tomar una decisión. Muchas veces, por desgracia, nos dejamos guiar en exceso por el renombre de la institución, porque queremos que nuestros hijos o hijas asistan a este centro. Sin embargo, la reputación o el prestigio no siempre son un sinónimo de calidad educativa o de ambiente escolar saludable. Aunque le demos importancia, no debe ser el factor clave para tomar nuestra decisión.
Lo realmente importante es cómo pueden sentirse nuestras niñas y niños, si es lo que queremos para ellos y si van a ser felices desarrollándose en este contexto. Solicita entrevistas con los centros, pregunta si puedes a miembros de su comunidad educativa.
No investigar a fondo la filosofía y metodología educativa
Cada colegio tiene su propia filosofía y metodología educativa. Es fundamental entender cómo se enseña y se aprende en el colegio antes de tomar una decisión. Parece algo de perogrullo, ¿verdad? Pues, en ocasiones, nos dejamos guiar por corrientes y luego nos arrepentimos de la decisión o no estamos todo lo conformes que nos gustaría.
Te pongo como ejemplo la filosofía Montessori. Es algo que está relativamente “de moda”, hay centros que la están implantando, te interesa y te gustaría que tu peque gozase de esta educación. Pero si no tienes claro lo que es Montessori o no visitas el centro para ver cómo lo trabajan, es posible que el proceso no sea lo que esperabas o no satisfaga tus expectativas.
Siempre, siempre tenemos que basar la elección en lo que nosotros podamos ver, visitar y comprobar. Debemos dedicarle un tiempo a buscar y analizar la información que encontremos, a elaborar una lista de aspectos que consideremos trascendentales, a visitar los coles en las jornadas de puertas abiertas.
Descuidar las necesidades individuales del niño
Cada niño es único y tiene sus propias necesidades y habilidades. Es importante elegir un colegio que pueda adaptarse y satisfacer las necesidades individuales de tu hijo o hija. Si tienes la posibilidad de comprobar cómo es el día a día en sus aulas podrás ver si es el trato que te gustaría, si fomentan suficiente la creatividad, si respetan sus individualidades, si se respetan sus ritmos… Hay centros que, por el contrario, tienen a homogeneizar a su alumnado, a que todos desarrollen las mismas competencias y se aplique el “mismo nivel de exigencia”. Debes pensar hacia qué lado te inclinas más y no olvidarte de este aspecto.
No visitar el colegio personalmente
Es algo en lo que he incidido durante todo el artículo, corriendo el riesgo de resultar pesada. No obstante, es un error que muchas veces cometemos porque creemos que con un vistazo a su página web es suficiente.
Una visita al centro te permite conocer a miembros de la comunidad educativa, charlar con ellos, formarte una impresión. Te permite vivir en primera persona el ambiente, comprobar las instalaciones, los materiales que se ponen a disposición del alumnado. Es posible que te permita observar cómo se trabaja en un aula durante el día a día y comprobar cómo se sienten los niños y niñas. También te será útil para conocer la ruta en transporte público, las posibilidades de aparcamiento si tienes que desplazarte hasta allí, cómo es el recorrido si vas andando e incluso cómo es la comida del comedor si necesitas utilizarlo.
Por favor, Visitar el colegio en persona te permite conocer el ambiente escolar, las instalaciones y la comunidad educativa. No subestimes la importancia de esta visita.
No considerar el futuro a largo plazo
Este es otro de los puntos en los que más he incidido. Tu peque no irá a este centro sólo un año, o al menos esa no es la perspectiva inicial. Es posible incluso que pase en este centro los próximos 15 años de su vida. Es muy importante considerar cómo será la experiencia educativa de tu hijo a medida que crece y asegurarte de hasta qué etapa abarca la oferta académica del centro. ¿El colegio ofrece una educación continua y de calidad en todas las etapas de desarrollo? ¿Finaliza en primaria y no cubre las etapas “de instituto“? Hay quien prefiere que sus hijos pasen toda su carrera escolar en el mismo centro educativo y hay quienes, llegado el momento, prefieren que el paso al instituto se realice en una institución distinta.
Ignorar las señales de alerta
Si tienes la posibilidad de visitar el centro, es posible que veas cosas que te inquieten: algunos problemas de disciplina, de trato entre los alumnos o entre alumnado y docentes… Consulta todas estas dudas, no te quedes nada en el tintero. También te puede venir muy bien consultar a la AMPA del centro. Al final, son padres y madres de los futuros compañeros de tus hijos o hijas, ellos también han atravesado esta situación y conocen bastante bien la escuela. Charla distendidamente con ellos y presta atención a todos los detalles que puedan explicarte.
Motivos para escoger una escuela Montessori para tus peques
Antes te mencioné que debemos investigar las filosofías educativas y no dejarnos llevar por corrientes temporales o por opiniones externas. Busca información, descubre si verdaderamente quieres esa pedagogía para tu hija o hijo y si podrás o querrás continuar en esta línea cuando estén en casa. No es una decisión que debas tomar a la ligera, puesto que te va a exigir un compromiso a largo plazo.
Si has investigado la pedagogía Montessori (permíteme que te recomiende mi próxima formación de 6 meses, donde conocerás a fondo todo lo necesario sobre la pedagogía Montessori, su aplicación y el desarrollo del niño) y has sentido que es justo lo que estabas buscando, entonces sí, es el momento de buscar una Escuela Montessori.
Es cierto que cada vez la oferta es más amplia y que algunos centros públicos se van animando a transformar sus aulas (de nuevo, te dejo mi formación online para escuelas infantiles), así que te será más sencillo encontrar opciones cerca de ti.
Considerar una escuela Montessori para nuestros hijos puede ofrecer una serie de beneficios significativos con respecto a las que apuestan por el sistema prusiano o tradicional. A continuación, te detallo siete razones para considerar una escuela Montessori para tus pequeños:
Enfoque centrado en el niño
La filosofía Montessori se centra en el desarrollo integral del niño, respetando su individualidad, autonomía y ritmo de aprendizaje. El niño es el protagonista de su propio aprendizaje, le permitiremos que construya su propia experiencia en función de sus periodos sensibles y sus intereses. Esto no tiene absolutamente nada que ver con dejar que el niño haga lo que quiera, esto es un mito importante que debemos desterrar. Permitir que la criatura elija entre opciones igual de válidas, además, fomentará su autonomía, su capacidad de decisión y su autoestima.
Aprendizaje activo y experiencial
En las escuelas Montessori, los niños aprenden a través de la exploración, la experimentación y la interacción con su entorno, lo que fomenta un aprendizaje más significativo y duradero. Es muy diferente aprender sobre el otoño saliendo a ver los colores, los olores, las hojas cayendo… Que hacerlo desde dentro del aula, haciendo murales con hojas de la calle y piñas que hemos podido recoger. Interactuar con el entorno permite un aprendizaje mucho más rico en matices, mucho más efectivo y, sobre todo, permite a los niños vivir la experiencia en primera persona. Esto, en las etapas tempranas, resulta fundamental por el estímulo sensorial que supone y es un magnífico alimento para sus ganas de aprender y su curiosidad innata.
Ambiente preparado
Los salones Montessori están cuidadosamente diseñados y equipados con materiales educativos específicos que promueven la autonomía; el desarrollo motor, intelectual, emocional y social; el aprendizaje y el control del error.
Cuando hablamos de materiales Montessori, evitamos por todos los medios referirnos a ellos como juguetes, puesto que son materiales científicamente diseñados para lograr un objetivo educativo e incorporan un control del error para que los niños y niñas puedan usarlo por sí mismos sin ayuda.
En el ambiente todo está cuidadosamente preparado, no se deja al azar ni se limita a crear un espacio bonito, abierto y luminoso. Te dejo esta entrevista que hice con Cristina Rincón para que conozcas más sobre cómo se convierte un aula en un salón Montessori. Presta especial atención a los recorridos, es apasionante.
Fomento de la autoestima y la confianza
En un entorno Montessori, los niños tienen la oportunidad de tomar decisiones, asumir responsabilidades y desarrollar habilidades de resolución de problemas, lo que fortalece su autoestima y confianza en sí mismos.
Son características que se retroalimentan con la autonomía infantil que tanto llama la atención a quienes observan Montessori desde fuera: los niños que conquistan su propia autonomía desarrollan una autoestima sana y confían en sí mismos y, al mismo tiempo, cuando los niños ganan autoestima terminan siendo más autónomos.
El desarrollo emocional del niño, que muchas veces queda en un segundo plano, en Montessori también es fundamental: la gestión emocional, el reconocimiento de los propios sentimientos, la autoimagen y la autopercepción, las habilidades sociales, la capacidad de resolución de conflictos, que los niños y niñas se sientan respetados y aprendan a respetar… Esta pedagogía hace mucho hincapié en el desarrollo integral que, por supuesto, abarca el aspecto emocional.
Educación personalizada
Los guías Montessori observan y respetan las necesidades individuales de cada niño, brindando orientación y apoyo personalizado para maximizar su potencial de aprendizaje. Esto es una de las bases del enfoque centrado en el niño. Si las guías no observasen, no podrían proponer actividades a cada niño en función de su ritmo e interés, nada tendría sentido.
Sin embargo, gracias a la capacidad de observación y análisis de guías y asistentes, se podrá proponer a cada peque un aprendizaje personalizado y adaptado a sus características únicas y singulares.
Contrasta mucho con el sistema tradicional, donde se les sienta a todos a completar fichas, ¿verdad?
Promoción de la creatividad y la curiosidad
Alguna vez has escuchado esta frase de “Es que los niños de ahora no tienen curiosidad ni ganas de aprender”, ¿verdad? Pues bien, más allá de que sea verdad o no (todos los niños tienen ganas de aprender, es algo innato en ellos), en Montessori nos aseguramos de incentivarlas. El estímulo intelectual es una de las herramientas más poderosas que tenemos los adultos preparados.
La curiosidad es una de las cualidades principales de un niño o una niña, desde el momento de su nacimiento. Explorar su entorno, saber cómo puede interactuar con él, experimentar con todo lo que le rodea… Precisamente por esto, uno de los pilares principales de la filosofía Montessori es el cuidado del ambiente.
Con respecto a la creatividad, una frase de Raúl Bermejo que me llamó mucho la atención es que “la creatividad se entrena”. En Montessori tratamos de no limitar la creatividad del niño, de proponerle retos a su imaginación y de no contaminarla, especialmente en la etapa de 0 a 6 años, con elementos más propios de la fantasía.
Preparación para la vida
Los niños Montessori desarrollan habilidades prácticas, sociales y emocionales que los preparan para enfrentar los desafíos de la vida cotidiana. De esta forma, se convierten en aprendices autónomos y comprometidos.
Seguramente te haya llamado la atención, si te has acercado a Montessori, que niños muy pequeños realizan actividades que las asociamos mentalmente a niños y niñas bastante más mayores: preparar la merienda, poner la mesa, manipular objetos frágiles… Precisamente todo esto es producto de esta preparación para la vida, que llamamos área de vida práctica. Desde muy pequeños, van adquiriendo autonomía en la realización de tareas. Completar estas actividades domésticas con éxito desde una edad temprana, además de los beneficios evidentes, tienen un efecto muy positivo en el sentido de pertenencia de los peques: pueden ayudar con tareas familiares y sentirse parte del núcleo, lo que será fundamental en su desarrollo emocional.
Conclusión
Elegir el colegio adecuado para nuestros hijos es una de las decisiones más importantes que tomaremos como padres y, por tanto, de las más complejas. La escuela será como su segunda casa, sus educadores y maestros serán un miembro más de la familia para ellos y tanto la pedagogía como el ambiente influirán en la construcción de su personalidad.
Espero que este artículo te haya sido de ayuda o, al menos, haya servido para recordarte aspectos que de otra manera habrías pasado por alto. Si conoces personas que puedan estar interesadas o que estén atravesando este proceso tan apasionante, me encantará que le compartas el artículo. Y si estas personas que conoces se están planteando si escoger una Escuela Montessori, pueden contactar conmigo por email o redes sociales sin compromiso.
¡Volvemos a vernos muy pronto!
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