Queridos amigos,

Hoy escribo este post con información importante y útil para compartir. Hace unos días lo he vivido con mi propio hijo: estando de fin de semana en el campo, sufrió un golpe de calor tremendo que subió su temperatura de forma alarmante en cuestión de horas.

El golpe de calor ocurre por la exposición a un elevado calor ambiental, que produce un aumento brusco de la temperatura corporal. Pese a sus intentos, el organismo no puede bajarla con sus propios mecanismos de refrigeración y se produce el golpe de calor.

Es algo muy peligroso en los bebés menores de un año, en las personas mayores o enfermos crónicos e igualmente en animales.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) aconseja extremar las precauciones, prestar atención a los síntomas y en caso de sospecha, acudir a atención médica.

Los niños menores de 6 años tiene más dificultades para regular la temperatura, por lo que son más propensos y por eso debemos protegerles más: nada de jugar bajo el sol a medio día cuando el Sol está en su máxima radiación.

 

 

Síntomas más comunes del golpe de calor

Los síntomas son bastante similares en niños y adultos. Si observas varios después de una jornada al aire libre, no dudes en acudir al médico para que esté todo controlado.

Este es un pequeño resumen de la sintomatología de la termoplegía, este es su nombre en lenguaje médico (heatstroke en inglés): 

  • Piel muy caliente, (la temperatura puede llegar a superar los 40º de forma rápida)
  • Dolor de cabeza
  • Confusión, fatiga o debilidad
  • Mareos o nauseas (puede haber vómitos)
  • Respiración superficial y rápida
  • Taquicardia y / o pulso débil
  • Calambres musculares
  • Pérdida de hidratación
  • Piel seca y enrojecida

 

Hay que prestar mucha atención a estas señales y actuar rápido, sobre todo teniendo en cuenta que en niños más sensibles y en bebés podría ocasionar problemas mucho más graves o incluso provocar un fallo multiorgánico.

 

¿Cómo actuar frente al golpe de calor?

Si crees que tu hijo o un familiar cercano puede estar sufriendo un golpe de calor lo más importante es mantener la calma y actuar rápido.

Lo primero de todo es llevar al niño a un lugar protegido del sol lo más fresco posible, si puede ser con ventilación.

El siguiente paso es tratar de hacer disminuir la temperatura corporal por medios físicos, es decir, quitándole la mayor cantidad de ropa posible y poniendo paños de agua fresca especialmente en los pliegues (nuca, muñecas, etc).

Debemos ofrecer agua para beber con el objetivo de que la hidratación vuelva lo antes posible. Si sospechamos que es un golpe de calor también se puede ofrecer suero o una bebida energética a niños más mayores. Si es un bebé lactante hay que ofrecer pecho

 

La hidratación y comer alimentos ricos en agua como frutas es el mejor aliado contra el golpe de calor

 

Mientras realizamos estas medidas es importante pedir ayuda para localizar un centro de atención médica (especialmente si estamos de vacaciones y no conocemos el lugar). Cualquier persona del lugar o personal del alojamiento donde estemos pueden ayudarnos a encontrar un servicio que cuente con urgencias 24 horas. En caso de que se llegue a una pérdida de consciencia es necesario llamar a Emergencias o al 112.

No hay que meter al niño en agua fría, ya que esto podría provocar una disminución súbita de temperatura corporal que no es buena (esto puede ser perjudicial e incluso causar convulsiones) ni tampoco colocar paños de alcohol, porque la piel podría absorber el líquido y producirse una intoxicación.

Cuando se llegue al centro de salud normalmente harán un chequeo para intentar buscar un posible foco al aumento de temperatura (revisarán garganta, oídos, pecho, tripa..), y tomarán las constantes y comprobarán el estado general del niño.

Podrán dar un antitérmico y recomendarán reposo y observación continua.

 

Consejos para evitar golpes de calor (sobre todo en bebés y niños)

Antes de terminar me gustaría dejarte algunos consejos a seguir para evitar este tipo de problemas. Realmente es una situación bastante agobiante, porque suele darse fuera de casa, y una no siempre tiene claro cómo reaccionar:

 

Elige bien la ropa: color claro, transpirable y suelta

 

Usar prendas amplias, que no vayan ceñidas al cuerpo, para que el aire circule entre la ropa y la piel. A ser posible, que también sea de un material ligero y que permita la transpiración. Procura que tenga poros y, si puede ser, escoge colores claros frente a los oscuros. ¿Por qué? Por la capacidad de reflejar la luz en lugar de absorberla. Los colores oscuros absorben la luz y, con ello, tienen mucha más facilidad para subir su temperatura.

 

No lo lleves constantemente en la sillita

Siempre tendemos a pensar que, con ponerle el capazo a la sillita, el niño estará más fresco por el simple hecho de que le da la sombra. Sí, es cierto que le protegemos de la incidencia directa del sol: es importante para evitar quemaduras y calor directo excesivo. Ahora bien, el capazo es un sitio cerrado, con poca ventilación, donde se acumula el calor. Realmente estamos concentrando el calor y exponiendo al niño a un lugar con una temperatura superior a la del ambiente.

La opción de utilizar un portabebés es una gran idea. Hay incluso modelos especiales para el verano confeccionados con tejidos finos y frescos que den menos calor. Además, el contacto del niño con nuestra piel ayuda a regular la temperatura, ya que su organismo todavía está desarrollando esta capacidad y el pecho de la madre tiene un poder increíble de termoregulación (también está demostrado para bajar la fiebre).

Y hablando de lugares poco ventilados y que conservan el calor: ¡mucho cuidado con el coche! Bajo ningún concepto el niño debe quedarse en el habitáculo del coche sin ventilación, incluso aunque estemos nosotros dentro con él o hayamos salido un momento a pagar en una gasolinera. La regulación de temperatura es distinta en niños y niñas pequeños, no es la primera vez que sale en las noticias un susto de este tipo.. 🙏

En viajes largos, debemos abrir las ventanas regularmente para que se renueve el aire y hacer paradas frecuentes, ya que no es recomendable que mantenga indefinidamente la postura dentro del sistema de seguridad infantil.

 

Aire acondicionado e hidratación

El aire acondicionado indirecto no es perjudicial. Puede ser útil para refrescar la estancia donde está el niño o la niña. Eso sí, evita que se encuentre en plena corriente de aire frío. Una buena temperatura de la habitación puede estar en torno a los 23 grados. Si no, un ventilador tradicional también es útil.

Sobre la hidratación, es fundamental. Como te contaba un poco más arriba, también va a depender de la edad de la criatura: si está lactando y es menor de 6 meses, facilita las tomas seguidas para que se mantenga en unos niveles de hidratación correctos. Si es mayor de 6 meses y ha empezado con alimentación complementaria, puedes ofrecerle agua de forma regular. Para prevenir, no es tan recomendable la toma de zumos o refrescos con azúcar. Esto se recomienda cuando se ha producido el golpe de calor, para que recupere rápidamente los niveles de glucosa en sangre y la energía.

golpes-de-calor-bebes

 

Uso de protector solar en niños y bebés

De entrada, recordemos que hasta que no transcurren los primeros meses no es recomendable el uso de cremas protectoras químicas, siendo mucho más aconsejable las barreras físicas.

Su piel es muy sensible y podría ser perjudicial. Cuando ya han transcurrido estos primeros meses, entonces podemos usar protector solar infantil con una protección SPF alta (+50).

¿Cómo actuamos hasta que llega este momento? Evitando la exposición prolongada y directa del niño al sol. Podemos estar con él a la sombra y en lugares lo más frescos posibles.

 

Conclusión

El verano es una época fantástica para hacer actividades diferentes y pasar tiempo de calidad con las personas que más queremos. Sin embargo, también es una etapa del año complicada por la alta radiación solar y las elevadas temperaturas, por lo que debemos tomar siempre tres pasos: prevenir, vigilar y actuar en caso de que sea necesario.

Espero que esta breve lista de consejos y advertencias te resulte útil, y espero que no tengas que poner en práctica la parte de la actuación si se dan los síntomas ni tengas un susto como el que tuve yo.

 

¿Qué te ha parecido el artículo? Aunque hay algunas medidas que son muy evidentes, como evitar la exposición y la actividad física en las horas centrales del día, creo que es muy importante la concienciación. Cada verano lamentamos muchas tragedias por no saber prevenir o actuar frente a los golpes de calor en niños (en adultos también ocurre).

Si tienes experiencia o conocimientos sobre el tema, nos encantará que nos dejes tu opinión o información extra en los comentarios. Cuando se trata de la salud, todas las precauciones y ayuda que nos podamos prestar está genial.

Firma de Miriam Escacena, de Tu Guía Montessori, para cerrar las entradas del blog.

 

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