Hoy tenemos como invitada a Gala Rodríguez, al frente de SoyGala.com. Ella es coach de alimentación y salud y también madre de un niño.
Miriam: Bienvenida, Gala, encantada de tenerte por aquí. Cuéntanos sobre tus comienzos, ¿cómo llegaste tú al tema de la alimentación?
Gala: Gracias, Miriam, por la invitación. Como nos ocurre a muchas de nosotras, a veces algo hace clic cuando nos convertimos en madres. En mi caso este interés ya venía de antes, pero darme cuenta de que me tocaba ser responsable de inculcar unos buenos hábitos alimenticios y de estilo de vida en mi hijo fue el detonante de todo lo que ha venido después.
Miriam: Es cierto que es algo que posponemos con cierta frecuencia cuando se trata de nosotras, pero cuando hay hijos, cobra mayor prioridad en nuestras vidas.
Gala: Así es. En mi experiencia acompañando procesos de este estilo he descubierto que nos cuesta mucho priorizarnos a nosotras mismas. Nadie nos ha enseñado a ser nuestras mejores amigas y a cuidarnos como base para todo. Tendemos a colocar mil prioridades más por delante de cualquiera que se relacione con nuestro bienestar, como si fuera un acto de egoísmo hacerlo. Mi trabajo se basa en gran medida en que seamos capaces de aprender a querernos y conocernos mejor a nosotras mismas, sin culpa por convertirnos en las protagonistas de nuestras vidas.
Miriam: Muy interesante esto que cuentas. A veces nos damos cuenta de la importancia de todo esto cuando estamos agotadas a todos los niveles de tanto dar a los demás y poco cuidarnos a nosotras mismas. ¿Qué relación tiene esto con la alimentación?
Gala: Lo que comes es tu combustible. Si tú tienes un coche diésel no se te ocurre llenar el depósito de gasolina. Sin embargo, estamos más que acostumbradas a llenar el estómago sin pensar mucho más que en acallar la sensación de hambre. Según si el combustible que utilizas para el funcionamiento de tu organismo es lo que él espera así funcionarás en tu día a día. Tendrás mejor o peor energía, descanso, síntomas desagradables como menstruaciones dolorosas, dolores de cabeza frecuentes, resultados disfuncionales en los análisis de sangre de revisión…
Miriam: Además todo esto lo perciben nuestros hijos.
Gala: Así es. Lo que somos y lo que hacemos con nosotras mismas ellos lo perciben como lo normal. Todo empieza en una misma a la hora de instaurar hábitos alimenticios y de autocuidado. ¿Qué relación con la comida tenemos nosotras y cuál queremos que tengan ellos? ¿Qué alimentos están acostumbrados a ver en casa? Se trata siempre de predicar con el ejemplo, no con el objetivo (que yo lo veo más una consecuencia) educativo hacia ellos, sino como una actividad de autoconocimiento y autocuidado hacia nosotras.
Miriam: ¿Qué consideras prioritario a la hora de abordar el tema de la alimentación en las familias?
Gala: Abordarlo desde el disfrute. Desde la exigencia, tanto con una misma como con nuestros hijos, el camino se hace pesado y desagradable. Al final, si no disfrutas, tiras la toalla. Y hacerlo fácil. En la vida tenemos un montón de cosas en la cabeza que nos van restando energía en el día a día. Obligaciones, quehaceres, responsabilidades y tiempo muy limitado. Si lo haces fácil tienes muchas más probabilidades de éxito.
Miriam: ¿A qué te refieres con hacerlo fácil?
Gala: Para mí es prioritario aprender a organizarte bien y que el día a día sea relajado (así ahorras energía, tiempo, dinero y esfuerzos). Planificar de forma flexible tus menús para hacer una compra organizada y cocinar por adelantado y así llenar la nevera de comida ya preparada. Tener una despensa práctica que sea nuestra aliada para cuando necesitamos improvisar porque han surgido imprevistos o no nos encontramos bien. Tener estrategias que nos ayuden en la vida real, en lugar de querer que nuestra vida, por arte de magia, nos permita dedicar unas horas diarias a la cocina o pretender no ponernos malas nunca o que nunca surjan imprevistos.
Miriam: ¿Tú nos ayudas con todo esto? ¿Desde qué aspectos trabajas tú?
Gala: Yo trabajo desde 3 perspectivas combinadas. La primera es la teoría, porque hay que saber qué dicen los estudios sobre la alimentación humana, hay que conocer el camino a recorrer. La segunda, la práctica, que abarca desde la organización de la cocina para que sea práctica en cuanto a utensilios, espacio de trabajo, despensa, hasta la planificación de menús saludables que nos permitan liberar la mente en el día a día. Y la tercera, la parte más emocional, nuestra relación con la comida y las emociones, y también las creencias que tenemos bien incrustadas y nos distancian de conseguir nuestro objetivo.
Miriam: Me gusta esta visión global. ¿Cómo podemos trabajar contigo?
Gala: Desde esta forma de trabajar que te contaba, ofrezco acompañamientos más cercanos e intensivos (individuales y grupales), programas de cocina práctica, talleres teórico-prácticos… Un poco de todo. Uno de mis programas estrella es el Programa Menús Saludables para 30 Días. En él he puesto todo mi empeño para ayudar a llevar a la práctica de forma realista una alimentación saludable. Ofrezco menú semanales con 3 comidas diarias, un recetario con más de 80 recetas, listas de la compra, vídeos de preparación de comidas de forma eficiente (batch cooking), vídeos informativos sobre algunos porqués, grupo para interactuar y compartir dudas y experiencia… Es la niña de mis ojos. Hace fácil lo difícil y se nota radicalmente en los niveles de energía, en la pérdida de peso, en la hinchazón abdominal, en el descanso, en la mejora de las digestiones… Es una pasada, estoy encantada con los resultados que obtienen las participantes. Estoy tan contenta de que en los programas de acompañamiento más individualizado siempre incluyo la participación en éste.
Miriam: ¿Hay alguna forma de enterarnos de las actividades que vas sacando en nuestra bandeja de entrada?
Gala: Sí, quien quiera seguir mi trabajo puede suscribirse en el boletín de noticias que voy enviando, pueden hacerlo desde este enlace. Además, estoy preparando un curso gratuito para ofrecer a las suscriptoras. A veces regalo materiales descargables, comparto recetas e inspiración.
Miriam: Genial, ¡muchas gracias por todo!
Gala: ¡Gracias a ti por la invitación!
