¡Muy buenas, queridos amigos!
Hoy en el blog tengo el placer de entrevistar brevemente a Cristina Tébar, mujer a la que admiro, que ha participado en todas las ediciones del Congreso Internacional Montessori y que en las últimas dos ediciones nos está descubriendo cómo era la mirada de la Doctora Montessori para acompañar una de las etapas más apasionantes del desarrollo: la adolescencia.
Háblanos de tu formación en Montessori para adolescencia
Me forme en Montessori 12-18 por primera vez en 2019, que fui a a un workshop en la granja Montessori Aulendiebach (Alemania) con Jenny Höglund. Fue un taller introductorio de cuatro días que me sirvió para abrir un poco la puerta a esta etapa de Montessori, de la que tenía muchas ganas de aprender, porque es muy difícil encontrar información de esta etapa, y decidí que quería quería formarme más.
Entonces en 2020 fue cuando la AMI Adolescent Orientation se hizo por primera vez online, sin dudarlo aproveché para hacerla. Antes solamente la podías hacer presencial en Suecia o en Estados Unidos así que para mí fue una oportunidad y esa formación me enamoró completamente, tanto por todo lo que aprendí de mi entrenadora Tina Booth como por lo enriquecedor de conocer a personas de muchos países que trabajan con adolescentes en contextos muy diferentes pero siempre guiados por los principios Montessori.
Y desde que hice estas dos formaciones tuve claro que tenía que crear un curso en mi plataforma porque ya he creado cursos para las etapas anteriores y me faltaba esta etapa de la adolescencia, pero necesitaba integrar y aplicar un poco lo aprendido para poder compartirlo y ahora ya pues ha llegado el momento.
¿Cómo fue la experiencia del Erdkinder Summer Camp?
La experiencia con el Summer Camp fue muy chula, fue un grupito pequeño pero aún así me llevé un montón de aprendizajes.
Por una parte me permitió llevar a la práctica aquellas cosas que había aprendido en la formación en un entorno diferente porque claro, la formación de AMI está encaminada a una secundaria en la que los adolescentes están todo el curso académico. En este caso el Summer Camp estaba concentrado en un tiempo limitado en verano, así que el poder llevar todas esas cosas de Montessori o por lo menos las principales en ese periodo corto de tiempo fue un reto, y me hizo aprender un montón de aspectos nuevos, y el hecho de ver qué cosas funcionaban mejor y qué cosas se podían mejorar, sobre todo escuchar a los adolescentes cómo lo habían vivido, qué es lo que más les había gustado y qué mejorarían… para mí fue súper enriquecedor.
Por otra parte me sirvió para ver la complejidad a nivel de logística, porque esto fue un piloto que hicimos con adolescentes de familias que conocemos y vimos que a la hora de querer ofrecerlo a más familias, a nivel logístico la complicación aumenta, por eso este año de momento no lo hemos vuelto a repetir, pero bueno es una idea que ahí está.
¿Cómo surgió la idea de ofrecer este curso “Montessori de 12 a 18 años”?
Siempre he visto en la sociedad una necesidad muy grande de entender mejor la etapa de la adolescencia. Creo que es injustamente tratada porque es muy incomprendida. Y creo que tanto familias como docentes pueden beneficiarse de aprender más sobre cómo funciona el desarrollo en esta etapa, y sé que Montessori puede ayudar con esto.
Así que la idea ya estaba ahí desde antes de formarme, porque mi idea siempre ha sido poder ofrecer recursos a familias que quieren integrar Montessori en su vida cotidiana, tanto si sus hijos van a escuelas Montesori como si no. Y cuando me formé en Montesori 12-18 ya tuve clarísimo que era algo que tenía que compartir, más aún sabiendo la dificultad que hay para encontrar información sobre Montessori para esta etapa, especialmente en español.
Creo que la adolescencia es una una fase del desarrollo maravillosa que podemos disfrutar, no tenemos que temerla ni sufrirla, no tenemos que estar deseando que pase sino que tenemos que aprovecharla y ver el potencial que tiene, tanto para el futuro del adolescente como para mejorar nuestra relación para no distanciarnos, que es lo que a veces sentimos que ocurre en la adolescencia.
Es inevitable que haya una un cierto distanciamiento, porque forma parte del proceso del desarrollo, pero ese distanciamiento no significa que perdamos la conexión. Aunque nos parezca difícil podemos reforzar esa conexión, obviamente si ya lo hemos venido haciendo en las etapas anteriores vamos a tenerlo más fácil, pero incluso si en las etapas anteriores no lo hemos hecho así, aunque nos cueste un poquito más lo podemos hacer.
Y esa es la idea de este curso; poder ayudar a familias (y también a docentes porque al final en mis cursos siempre hay muchos docentes que quieren aplicar estos conocimientos en su aula en un aula que no necesariamente es Montesori) a poder conectar con los adolescentes que hay en su vida, a poder entender de verdad lo que necesitan y a poder satisfacer esas necesidades para puedan aprovechar el gran potencial de esta etapa.
Espero que hayáis descubierto un poquito más de Cristina y de su pasión por acercar la pedagogía Montessori a la adolescencia. Está demostrado que el aprendizaje colaborativo y el trabajo físico, entre los 12 y los 15 años, repercute de forma más positiva y beneficiosa en el desarrollo de nuestros y nuestras adolescentes.
Y aprovecho para agradecer enormemente a Cristina el trabajo que hace y su labor de divulgación, porque es fundamental seguir derribando barreras y mejorar la educación que nuestros peques (y no tan peques) merecen.
Y a ti, que has terminado de leer esta entrada, si te interesa realizar con ella esta formación en la que aprenderás muchísimo sobre la adolescencia y su desarrollo, puedes hacer clic aquí para tener más información.
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