Muy buenas, queridos amigos,
Hoy vengo a contar una dinámica que me parece de lo más interesante para hacer en las primeras reuniones con los padres. Nos resultará muy útil para establecer una gran complicidad con ellos.
La primera vez que la conocí fue de la mano del Profe Jose, que participó en la quinta edición del Congreso Internacional Montessori. Entre otras muchas cosas, nos explicó la actividad en su ponencia.
Después, investigué un poco más y la he encontrado con varios nombres, como La caja mágica o La primera maravilla del mundo. Eso sí, en definitiva, la idea es la misma y me parece de lo más acertada para lograr una gran conexión con las familias. También puede ser muy útil, por ejemplo, también para hacerla en secundaria con adolescentes y así trabajar la autoestima y el autoconcepto.
¿Qué necesitamos para hacer el cofre del tesoro?
En primer lugar, aquí dejo un resumen con las indicaciones a la hora de planificar la dinámica para que salga todo perfecto.
Título de la actividad: El cofre del tesoro
Grupo y disposición del espacio: se puede hacer en una reunión de padres o también en una clase de secundaria. Sería ideal que podamos colocarnos en círculo a modo asamblea y que el cofre se pueda dejar en una mesa a parte. Se trata de que las personas puedan ir de una en una abrirlo y mirar lo que hay dentro sin que lo descubran los demás.
Material: Una caja pequeña con forma de cofre (de ahí El cofre del Tesoro) que se pueda abrir levantando la tapa. En el fondo debe haber un espejo que hayamos puesto (puede ser de los adhesivos), con una nota que hayamos escrito que diga: “La primera maravilla del mundo eres tú” o “Lo más importante eres tú“.
Duración de la actividad: 30 minutos.
Objetivos:
- Para los padres: que se den cuenta de que son lo más importante para sus hijos. Son su ejemplo cada día y nosotros tenemos que hacer equipo con ellos con confianza en ambas direcciones
- Para los adolescentes: reflexionar acerca de la importancia que tiene el poder dedicar un tiempo a mirarse y ver sus cosas buenas para poder quererse más y mejor. Aumentar su autoestima.
Cómo se lleva a cabo la dinámica de La primera maravilla del mundo
La idea es mostrar el cofre y decir que al final de la reunión les vamos a desvelar La primera maravilla del mundo.
La clave del éxito para que esta actividad sea emotiva es la forma en la que la vamos a presentar. Desde el primer momento, vamos a sostener el cofre como si en su interior hubiera un tesoro maravilloso que estamos seguros a todos les va a encantar.
De este modo, iremos creando expectativas y ganas de que llegue el momento final y así captaremos la atención de las familias.
Por ejemplo, podemos mostrar el cofre un minuto entre nuestras manos. Es más, sería genial que se lo pasen unos a otros (especialmente si estamos en círculo o sentados a modo asamblea).
Después hacemos nuestra reunión con los puntos que teníamos previstos. Ya hemos conseguido crear esta magia en el ambiente y hemos conectado con nuestra audiencia.
Cuando llegue el momento, podemos decir que lo prometido es deuda. Les habíamos dicho que les íbamos a desvelar la primera maravilla del mundo y eso haremos.
Llega el momento: ¿cómo introducimos la actividad?
Podemos hacer una pequeña introducción, citando por ejemplo alguna de las siete maravillas arquitectónicas del mundo: la Gran Muralla China, Chichen Itzá (en México), Petra (Jordania), Machu Picchu (Perú), el Cristo Redentor (Brasil), el Coliseo (Italia) o el Taj Mahal (India).
Si tenemos pizarra digital, será genial si podemos proyectar imágenes de los grandes monumentos construidos por el hombre. Resaltaremos su belleza, su excepcionalidad, nuestra admiración. Podemos, incluso, preguntar si alguno de los asistentes ha podido visitar alguna de estas maravillas y cómo se sintieron al contemplar algo de tal magnitud.
A continuación les decimos que están a punto de ver la que para sus hijos es la primera maravilla del mundo (aquí la expectativa ya es máxima).
En este momento, dejamos el cofre sobre una mesa un poquito más retirada. Les pediremos que se levanten uno a uno a ver el contenido del cofre sin que lo vean los demás asistentes.
Se pide a cada persona que se acerque y mire el interior de la caja mágica y que después regrese a su sitio y que mantenga en secreto este hallazgo: nadie puede hablar después de mirar la caja (será muy bonito ver las caras de cada persona que se levanta a ver el cofre, ya que siempre es un momento muy emotivo y a veces incluso se escapa alguna lagrimita).
Reflexión posterior al descubrimiento del contenido del cofre del tesoro
Cuando todos han visto el interior del cofre y se ha creado ese momento mágico de conexión entre familias y docente, podemos introducir un pequeño espacio para reflexionar juntos con estas preguntas:
- ¿Qué había en el interior de la caja?
- ¿Qué habéis visto reflejado en el espejo de la caja?
- ¿Recordáis que se trataba de la primera maravilla del mundo para vuestros hijos?
- ¿Qué os ha parecido lo que la caja os han enseñado?
Una vez que estas primeras preguntas han servido para romper el hielo dentro del grupo, viene el momento más importante de la dinámica. Tenemos que hacer ver que cada uno de los padres y madres que están ahí son la persona más importante del mundo para sus hijos.
Los padres hablarán de lo que han visto, sentido y experimentado. También comentarán si se lo esperaban o no y sobre si se han emocionado.
La metáfora trata de explicar que el cofre contiene una maravilla, es decir, todos tenemos o guardamos una maravilla en nuestro interior que nos puede hacer especiales. De hecho, lo somos la primera maravilla del mundo para nuestros hijos.
Otra idea en la que narramos una historia
En el caso de que hagamos esta dinámica en una clase de secundaria con un grupo de adolescentes, podemos contar esta pequeña historia. De este modo, iremos captando la atención del grupo y creando expectativas sobre lo que vamos a desvelar.
Esta es la historia para introducir el cofre del tesoro
Cuentan que en una antigua tribu primitiva apareció un hombre civilizado que llamó la atención de sus habitantes: gallardo, apuesto, hábil cazador, fuerte guerrero, inteligente estratega, amable conversador,…
Vivía en la tienda del jefe de la tribu. Iba siempre acompañado de un cofre que contenía algo misterioso, ante el cual el extranjero, todas las noches, pasaba grandes ratos.
Después de muchas lunas, el extranjero desapareció inesperadamente. Y olvidó su cofre: misterioso amuleto.
El jefe lo encontró casualmente y lo escondió para poder contemplarlo también él, largamente al anochecer, cosa que su mujer dedujo, pues lo notaba cada vez más parecido al admirado extranjero: prudente, hábil, fuerte, ilusionado… Se convirtió en un jefe magnánimo, en un esposo delicado y en un padre cariñoso.
Esto le hizo sospechar que el cofre poseía la imagen de una bella mujer, de la que, enamorado, sacaba fuerzas e ilusiones escondidas antes. Un día logró arrebatárselo sin ser vista y, ella también, pasaba horas de la noche, adorando la prodigiosa estatua. Fue cambiando de carácter y trato, y sus maneras fueron cada vez más amables, solidarias y comprensivas.
También el hechicero sospechó y temió que el extranjero hubiera dejado un amuleto o un ungüento mágico, de fuerzas superiores a las por él conocidas. No le costó hacerse con el cofre, con cuya contemplación reiterada consiguió mejorar sus artes sanadoras y sus proféticas intuiciones…
A las pocas lunas, apareció de improviso el desaparecido dueño del milagroso cofre y dijo:
“¿Quién es para ustedes la persona más especial en el mundo entero?“
¨Yo tengo una caja mágica, en el interior de la cual tendréis la oportunidad de mirar a la persona más importante del mundo¨
¿Cómo continuamos después de la narración?
En este momento les invitamos a descubrir el contenido del cofre levantándose y mirando de uno en uno. Aprovechamos para explicar la norma de que, una vez que lo vean, no pueden hablar, deben mantener el secreto hasta el final.
Cuando todo el grupo ha mirado la caja, preguntamos:
¿Quién fue la persona más importante que vimos en el cofre?
De este modo, podemos ir abriendo el espacio de reflexión poco a poco. Podemos preguntar también quién se ha sorprendido con lo que ha visto al abrir el cofre, a quién le ha gustado, qué se esperaban…
Tenemos que recordar la el cofre nos muestra La persona más importante del mundo, y que cada uno de ellos deben serlo para ellos mismos.
El espejo nos devuelve el reflejo de la percepción que tenemos sobre nosotros mismos. Sin embargo, es necesario que vayamos mucho más allá de una imagen física y seamos capaces de ver lo que hay en nuestro interior.
De este modo, reflexionaremos sobre la importancia de trabajar la autoestima y del autoconcepto de cada uno de nosotros tiene de sí mismo.
Ahora podemos crear un espacio para pensar qué hace únicos a cada uno de tus alumnos. Podrán reflexionar qué los convierte en una maravilla, qué los hace realmente extraordinarios. Será bonito ver cómo se regalan cumplidos unos a otros, aunque a veces sean algo exagerados o a modo de broma. Sin embargo, no deja de ser algo completamente natural entre adolescentes.
¿Qué te ha parecido esta dinámica?
Te aseguro que todos tus asistentes la recordarán con enorme cariño..
¡Ponla en práctica y me cuentas en comentarios!
¿Qué opinas sobre la importancia de trabajar la autoimagen y la autoestima cuando se llega a determinadas edades? Siempre son momentos vitales delicados, llenos de cambios, que cuestan mucho a los adolescentes. También me ha gustado siempre para que los padres y madres de alumnos de cualquier edad comprendan su importancia. Ellos son el referente, el espejo donde se miran sus hijos e hijas, el ejemplo diario.
¿Alguna vez has realizado esta dinámica? Si quieres dejarme tu opinión o tus impresiones, ¡puedes hacerlo en comentarios!
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La actividad es muy interesante y permite crear un excelente ambiente de atención y apoyo. Los participantes se motivan y prestan mucha atención a la reunión. Al final se sienten reconocidos y comprenden el papel tan importante que tienen ante sus hijos.
Gracias infinitas hermosa actividad