¡Muy buenas queridos amigos!
Hoy vamos a adentrarnos en uno de los aprendizajes más apasionantes del segundo ciclo de Educación Infantil: la lectoescritura. ¿Cómo preparamos este aprendizaje en la pedagogía Montessori?
Ya desde el primer ciclo preparamos mucho la musculatura de la mano y las habilidades de motricidad fina con todas las propuestas del área de vida práctica y con los materiales del área sensorial, ya que por ejemplo los primeros puzzles ya tienen ese agarre botón tan importante para trabajar la pinza digital.
La gran pedagoga María Montessori imitó el proceso natural de adquisición del lenguaje de un bebé para preparar el proceso del aprendizaje de la lectoescritura de una forma realmente maravillosa, de tal modo que los “niños Montessori” suelen ser muy precoces en este logro, ¿lo sabías?
Aquí te dejo un vídeo de la línea de desarrollo del lenguaje en el que se ve perfectamente el proceso:
Habilidades prelectoras I: nivel auditivo
Antes de empezar a enseñar este maravilloso aprendizaje, es necesario que los niños desarrollen lo que llamamos habilidades prelectoras. En este artículo nos vamos a centrar en aquellas que se relacionan con la conciencia fonológica.
“El conocimiento fonológico se define como la capacidad que tiene una persona para operar explícitamente con los segmentos de la palabra…Está constituído por diversos niveles o componentes: el conocimiento de la rima y aliteración, el conocimiento silábico, el conocimiento intrasilábico y el conocimiento segmental o a nivel de fonema” (Mercedes I. Rueda, 1995)
Sensibilidad a la rima
Este es el primer nivel de conocimiento fonológico, y se alcanza cuando el niño descubre que dos palabras comparten un mismo grupo de sonidos. Esto se puede trabajar muy bien con tarjetas de tres partes con rimas..etc
Conciencia léxica
Consiste en concebir las palabras como unidades con significado y permite evitar posibles fragmentaciones y uniones inadecuadas a la hora de escribir. Este tipo de actividades se realiza de forma oral, por ejemplo haciendo algún tipo de movimiento al hacer cada palabra para señalarla, como dar un pequeño salto.
Conciencia silábica
Es la capacidad de identificar, segmentar y manipular las sílabas de las palabras. Igual que en el caso anterior, la trabajamos de forma oral, por ejemplo dando una palmada para separar cada sílaba.
Una buena conciencia silábica se relaciona con mejor fluidez lectora en el futuro, y además, trabaja de forma indirecta la capacidad atencional y la memoria de trabajo.
Dentro de la conciencia silábica se distinguen varios niveles:
- Presentación de la sílaba
- Síntesis silábica
- Segmentación y conteo
- Identificación y comparación de sílabas
- Omisión y sustitución de sílabas
Conciencia fonémica
Es el conocimiento de los segmento mínimos que constituyen el lenguaje: los fonemas. Constituye junto con la conciencia silábica los pilares básicos de la conciencia fonológica.
También se trabaja en varios niveles:
- Introducción al concepto de fonema
- Presentación del fonema
- Discriminación auditiva del fonema
- Presentación del grafema
- Discriminación visual y trazado del grafema
- Categorización e identificación del fonema
- Segmentación de fonemas
- Omisión y adición de fonemas
Una vez que se llega a este nivel de conocimiento ya se puede empezar a trabajar el lenguaje escrito (en Montessori normalmente se aprende primero a escribir y luego a leer).
Habilidades prelectoras II: nivel visual
En esta fase podemos empezar a trabajar las letras de lija para asociar los sonidos (fonemas) a las letras (grafemas), y posteriormente empezar a crearlas primeras palabras con el alfabeto móvil.
Habilidades prelectoras II: nivel motor
Este trabajo se realiza paralelamente al anterior e implica a todo el cuerpo y muy especialmente a las manos.
Atención
Permitirá al niño centrarse en una actividad concreta e ir aumentando los períodos de concentración de manera progresiva.
Control postural
Sabemos que la forma en la que nos sentamos influye en la escritura, por lo que es importante enseñarles desde edades tempranas cómo han de colocar su espalda y piernas correctamente.
Agarre
Este es un punto clave que se analiza mucho como parte del desarrollo psicomotor, ya que los primeros agarres suelen ser muy toscos, como el de garra, y poco a poco se va evolucionando hasta lograr la pinza digital.
Esto se trabaja muy bien con los resaques metálicos.
Direccionalidad
El desarrollo de esta habilidad permite ubicar la derecha y la izquierda, así como conocer la dirección correcta en la que tenemos que trazar las letras y colocar las palabras a la hora de escribir. Esto lo podemos trabajar con las letras de surco y las pizarras Montessori.
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