Ideas para cuidarte y quererte
Porque para cuidar es necesario cuidarse y para querer es necesario quererse, te ofrezco sencillos gestos que pueden mejorar tu día a día en la crianza.
En el artículo anterior te hablé de LA NECESIDAD DEL AUTOCUIDADO y de por qué es importante pararse a pensar, respirar y priorizar. La crianza y la maternidad es una labor constante y exigente. Y, como personas responsables de la crianza, acompañantes de crecimiento y arquitectas de construcción humana, necesitamos priorizar nuestra salud. Porque solo si te cuidas podrás cuidar. En este artículo te ofrezco 10 ideas de autocuidado para poner en práctica.
La importancia de los pequeños gestos
Cuando hablamos de autocuidado muchas veces nos viene a la cabeza esa imagen de un centro de bienestar, un masaje con aceites, un relajante baño de burbujas… Suena bien ¿verdad? Sin embargo, no siempre es posible llegar a eso, aunque en algún momento de la vida no estaría mal.
Lo importante del autocuidado es tomar conciencia de la necesidad, de buscar momentos en el día a día, pequeños gestos que se conviertan en algo rutinario, que se incluyan en la agenda, que tengamos presente la importancia de invertir ese tiempo en nosotras, en nuestro propio bienestar para, a partir de ahí, poder contagiarlo a los demás.
Busca esos breves momentos cotidianos que, sin embargo, valen mucho. Porque más vale un breve momento de cuidado que esperar a la postal idílica del spa, que no sabemos cuándo puede llegar.
Por mi parte te ofrezco estas 10 ideas prácticas de autocuidado, tan simples como beneficiosas. Busca la forma de ajustarlas a tu necesidad, posibilidades y personalidad. A cada uno nos pueden sentar mejor unas cosas que otras. Es cuestión de gustos personales, pero sobre todo, no dejes de hacerlo.
10 ideas prácticas de autocuidado
- PASEAR ayuda a mejorar la salud física y la salud mental al rebajar los niveles de cortisol responsables del estrés y la ansiedad. Además libera endorfinas, contribuyendo a un estado de ánimo más positivo.
- PRACTICAR EL “EARTHING” o caminar descalzo sobre la tierra, la hierba, la arena… Conectarte con la naturaleza recarga nuestra energía y equilibra nuestro sistema nervioso parasimpático favoreciendo un estado de calma y tranquilidad tan necesario.
- MEDITAR y tomar conciencia del momento presente. No es necesario dedicarle mucho tiempo, comienza por unos minutos para desconectar del exterior y concertarnos a nosotros mismos, vinculando cuerpo y mente.
- CONVERSAR y disfrutar de las amigas tan necesarias para compartir risas y preocupaciones, recibir apoyo y aliento, hablar, cuidar… reír. Y ya sabemos que reír es una excelente terapia para el estrés y la depresión ya que actúa como un ansiolítico natural.
- BUSCAR UN MOMENTO EN PAREJA porque no olvides que no debes descuidar tu faceta de mujer y es necesario crear un momento de conexión con la pareja. Y a los tíos o abuelos les encantará pasar un rato con los peques.
- RETOMAR ESE HOBBY que con la maternidad quedó en el fondo del armario. ¿Recuerdas lo que te gustaba leer, hacer puzles, coleccionar sellos, ir al cine o bailar? Es importante seguir con tus aficiones, tener una vía de desconexión y una fuente de placer que contribuya a fortalecer tu salud mental.
- UTILIZAR LAS MANOS para hacer actividades como pintar, modelar, hacer papiroflexia, manualidades, pequeños trabajos de ebanistería o cerámica… Son actividades manuales que ayudan a liberar endorfinas, lo que rebaja los niveles de estrés y ansiedad en nuestro organismo.
- HACER DEPORTE porque ya conoces el lema “Mens sana en corpore sano”. Para tener una mente sana, para cuidar nuestra salud mental, es importante cuidar también la salud física, nuestro cuerpo. Puedes practicar yoga, Pilates, o cualquier otro deporte ya sea de forma individual o en pareja.
- CUIDAR LA ALIMETACIÓN E HIDRATARSE porque a veces nos olvidamos en la locura del día a día hasta de comer bien. ¿Y lo bien que sienta disfrutar de un desayuno saludable o de esa cena ligera preparada con cariño?
- Y como broche final de este decálogo y más importante NO SENTIR CULPA. Porque nos han vendido que ser una buena madre es sacrificio y renuncia. Que dedicarnos tiempo a nosotras es egoísta. Pero no es así, el AUTOCUIDADO es generosidad y es ejemplo. Es aceptar nuestras imperfecciones y el no llegar a todo, rebajar la exigencia.
Si practicamos el AUTOCUIDADO les enseñamos a ellos a priorizarse, a cuidarse, a quererse. Y qué enseñanza más importante que les dejamos a nuestros hijos e hijas. Priorizarse, cuidarse, y quererse.
Y tú ¿cómo practicas el autocuidado? Comparte tus ideas en comentarios y así, juntas, vamos creando esta comunidad tan bonita de crianza consciente, de cuidado responsable, de autocuidado compartido.
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Primeramente quiero agradecerle a mí Dios y a la vida por esta oportunidad q me brinda ya q yo cuento con 3 niños con ritmos de aprendizaje diferentes y quiero implementar lo q esto aprendiendo con ellos