¿Sabías que este verano muchos niños y niñas no podrán disfrutar de los beneficios de las vacaciones de verano?
Todos los niños y niñas esperan esta época del año para divertirse al aire libre, sea en la playa o en la montaña, es su época favorita.
Pero esto no es así para los más de dos millones y medio en riesgo de pobreza y exclusión social. Algunos de ellos no van a poder salir ni tan siquiera de su barrio. Aunque ahora para muchos el confinamiento se ha terminado, ellos seguirán confinados por culpa de la pobreza.
Estos son los datos de la realidad que estamos viviendo:
• En España, 1 de cada 3 niños viven en familias que no pueden permitirse ni una semana de vacaciones al año (33,3%). Miles de niños y niñas seguirán “confinados” este verano porque no podrán salir de su casa o barrio.
• En España, casi 2.500.000 de niños y niñas viven en riesgo de pobreza y exclusión social y la crisis de la covid ha empeorado estas cifras (familias con despidos, ERTES, situaciones difíciles de familias monoparentales).
• A las estrecheces económicas que padecen estos niños, los meses de confinamiento han añadido un déficit educativo y emocional.
En esta época veraniega es cuando se pone más en evidencia, de manera más cruda, la desigualdad en la infancia.
Explícitamente, las vacaciones no son consideradas un derecho de la infancia, pero son igual de importantes para el bienestar de los niños y niñas, como lo son una alimentación adecuada, un hogar o tiempo de ocio.
Tras el confinamiento, la brecha de la desigualdad ha aumentado aún más.
El gran impacto socioeonómico causado por esta crisis sanitaria y el coste educativo, social y emocional que va a suponer el confinamiento para la infancia y adolescencia aún no se puede cuantificar, pero los expertos aseguran que será más alto para los niños y niñas que viven en hogares en situación de pobreza: alimentación insuficiente, brecha digital, niños y niñas que se tienen que quedar solos en casa, lo que supone el abandono de rutinas, de horarios, de hábitos saludables y tiempos adecuados de descanso, el enganche a las pantallas y aislamiento de las familias, e incluso estados depresivos.
En estos hogares sin recursos, hay una alta probabilidad de que los niños sigan confinados durante el verano, sin tener acceso al ocio educativo y ni siquiera a una alimentación adecuada.
¿Qué nos proponen desde Educo?
Por séptimo año consecutivo, ponen en marcha el programa de Becas comedor verano Covid, que atiende durante los meses de verano a niños y niñas de familias con dificultades económicas ofreciéndoles una comida completa al día y actividades lúdicas y deportivas durante los meses de verano.
Para hacer frente a las consecuencias que ha dejado la pandemia del COVID-19, han querido reforzar la parte educativa del programa, incluyendo actividades y recursos, siempre basados en el juego, para que los niños y niñas aprendan a gestionar sus emociones.
De esta manera, les ayudarán a superar este trance de dos meses que ha durado el confinamiento, una frenada en seco a toda su vida tal y como la venían entendiendo. También se proponen actividades que les ayuden a gestionar mejor los conflictos y a hacer un uso responsable de internet y las redes sociales.
¿Cómo podemos colaborar?
Por un lado, animan a todo el mundo a que colaboren este año con el programa, con una beca de comedor y así poderles dar a estos niñas y niñas el verano que merecen, bien alimentados y atendidos en todas sus necesidades, incluidas las lúdicas.
También nos proponen la participación en la difusión de su programa, mediante la campaña #UnVeranoParaRecordar, que consiste en compartir en tus redes una foto de cuando éramos pequeños, pasando el verano, y aprovechemos para explicar la situación que viven estos niños y niñas desfavorecidos e invitamos a nuestros contactos a colaborar con Educo en esta campaña.
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