Muy buenas queridos amigos,

Hoy vengo a hablar de un tema sobre el que me preguntan mucho en mis cursos: la observación científica.

Montessori se engloba dentro de lo que conocemos como pedagogías activas, diferentes del sistema de educación tradicional. En todas ellas se entiende observación como un recurso básico para conocer las necesidades e intereses de los niños y niñas, así como para seguir el desarrollo en todos sus niveles (motor, cognitivo, emocional, social) e incluso para encontrar solución a cualquier dificultad que pudiera presentarse, entre otras cosas.

Para Maria Montessori la observación consiste en atestiguar el desarrollo del infante, y hemos de ser conscientes de que es una técnica que debemos aprender con la práctica, ya que debe ser lo más objetiva posible, libre de juicios, prejuicios, o de proyectar nuestras propias expectativas.

Recordemos que la Doctora Montessori había estudiado Medicina y también Antropología, entre otras cosas, y cuando recibía a los niños y niñas en la primera Casa de los Niños en el barrio de San Lorenzo de Roma acostumbraba a pesarlos, medirlos y registrar todos los datos que le parecían importantes. Además, insistía mucho en su higiene, tal y como explica en su libro La Pedagogía Científica

Más allá de este registro de observaciones físicas, la Dottoressa fue desarrollando así los principios de su propuesta educativa, en base a las observaciones e interpretaciones de los comportamientos de los niños, apreciando sus similitud en diferentes países y contextos económicos.

La observación es una de las cosas de las que hablamos frecuentemente y de la que nos formamos una idea falsa o inexacta, tal vez la poca observación que se hace es el resultado de la falta de preparación para observar”.

Maria Montessori

Gracias a la observación podemos conocer mucho mejor al niño, entender en qué momento de desarrollo está (a todos los niveles), detectar incluso los periodos sensibles. También podremos guiarle a través del ambiente preparado para que realmente se produzca un aprendizaje significativo.

En definitiva, mientras que el sistema tradicional se basa en un enfoque estandarizado (nació para educar a la masa), las pedagogías activas o alternativas buscan una educación personalizada. Por este motivo se hace indispensable identificar las diferencias individuales. Gracias a la observación, el maestro o guía logra conocer las fortalezas y las áreas de oportunidad de cada uno de los alumnos y estar atento a los intereses que manifiesten.

Y buscando este enfoque individualizado es como se popularizó la famosa cita de Montessori: “No me sigan a mí, sigan al niño”. Ella misma lo explica en su libro Lo que deberías saber acerca de tu hijo:

 “No es verdad que yo haya inventado lo que es llamado Método Montessori, yo he estudiado al niño, he tomado lo que el niño me ha dado y expresado y eso es lo que es llamado el Método Montessori”.

No olvides que por algo hablamos de Montessori como el método de la pedagogía científica. Es que está basado en más de cuarenta años de observación que hizo Maria Montessori con niños y niñas de todo el mundo.

¿Cómo poner en práctica la observación Montessoriana?

Tal y como he explicado antes, “no se nace sabiendo“, pero afortunadamente se trata de una habilidad que podemos desarrollar.

Recuerdo muy bien que en mi formación como Guía Montessori estuvimos practicando mucho, y las primeras observaciones nos las corregían una y otra vez porque estaban llenas de subjetividad. “Este niño está haciendo esto porque es muy ____“, o “cree que de este modo _____“, o “piensa que ______“. En realidad, nosotros nunca vamos a estar dentro de la mente del niño. Sólo tenemos que anotar lo puramente objetivo y medible. Por ejemplo: “agarra el lápiz con su mano derecha” (ni siquiera podemos decir “con su mano dominante“, porque quizá aún no tiene la lateralidad definida).

En el documental El maestro es el niño hay una escena en la que se ve muy bien cómo el Guía está observando y elaborando sus registros documentados.

Normalmente podemos ir haciendo diferentes ejercicios de menor a mayor dificultad. Una secuencia apropiada sería la siguiente:

  • Auto-observación: acostumbrarnos a anotar cómo nos sentimos en el día a día, a la hora de entrar al aula o de interactuar con niños).
  • Observación de objetos inanimados: podría ser por ejemplo describir un material como la Torre Rosa si la tenemos en nuestra aula o en nuestro hogar, si están los diez cubos, si falta alguno, si tiene la pintura estropeada en las esquinas.. etc
  • Observación de plantas: en este sentido a mí me gusta invitar a mis alumnos del posgrado a que salgan al campo y observen a los árboles al más puro estilo meditativo o que incluso los abracen, ¿sabes que los árboles “duermen” por la noche y se pueden observar los ciclos circadianos?
  • Observación de bebés: este sería el siguiente paso, si no tienes uno cerca puedes empezar por el vídeo del bebé que tengo enlazado en el artículo de móviles de inspiración Montessori
  • Observación de niños y niñas: este es ya el nivel de mayor complejidad ya que es difícil encontrar el momento adecuado en el que estén actuando en total libertad, sin una propuesta dirigida, y sin que perciban que les estamos observando.

En el siguiente vídeo se puede ver la cantidad de cosas que hace un niño en una escuela Montessori, ¡es maravilloso observarles!

Consejos para desarrollar la práctica de la observación Montessori

Tanto los maestros como los padres podemos incluir la práctica de la observación como una hábito en nuestro día a día, y obtendremos un regalo maravilloso: será como tener un asiento en primera fila para descubrir el mundo de nuestros pequeños, sentir cómo ven el mundo, qué pasa por su cabecita.. es realmente maravilloso.

La observación Montessori emergerá como una piedra angular de comprensión y conexión, al mismo tiempo que servirá de base para establecer la confianza y permitir el desarrollo de su independencia y autonomía.

Ella [la maestra] observa para reconocer al niño que ha alcanzado el poder de concentrarse y para admirar el glorioso renacimiento de su espíritu.»Maria Montessori – La Mente Absorbente

Al principio podemos comenzar por tener listas de hitos a revisar a modo de check-list, las cuales son bastante comunes a la hora de observar el desarrollo psicomotor, (aquí puedes ver un ejemplo en inglés para el primer año de vida).

Posteriormente puedes preparar tu propia plantilla de registro de observaciones, por ejemplo en las formaciones largas que imparto con la Universidad como el Diplomado y el Posgrado utilizamos una en la que incluimos el nombre del niño, la edad, la fecha de la observación, la ubicación (si es la clase habitual, si se trata del aula de psicomotricidad, el patio, el comedor, etc), las condiciones ambientales (temperatura y humedad, ya que nos afectan a la hora de actuar) y las acciones detalladas durante un ciclo de actividad. También incluimos un apartado sobre cómo estamos nosotros como observadores, ya que estoy influye en el ambiente psíquico y en nuestras propias emociones a la hora de tener una mirada limpia capaz de asombrarse con observando al infante.

A la hora de comenzar la práctica podemos tener en cuenta estos consejos:

– Elige un momento adecuado para la observación. El pequeño debe tener todas sus necesidades cubiertas (si tiene hambre, sueño o está cansado no vamos a poder disfrutar de su concentración).

Observa cuando el niño o la niña está actuando en plena libertad siguiendo sus intereses, descubriendo algo que les llama la atención o realizando una actividad de forma espontánea (mucho mejor así que si lo hacemos con una propuesta de actividad dirigida).

Elimina todas las distracciones mientras dura la observación. Ni qué decir tiene que debemos apagar móviles o cualquier dispositivo electrónico (lo ideal sería realizar un ciclo de dos horas, pero como esto es difícil, si logramos quince minutos que sean con toda nuestra atención).

– Sitúate en un lugar tranquilo cercano al peque y hazte invisible. Es importante que no sea consciente de tu ejercicio de observación para que actúe de la forma más natural posible (si quieres puedes dibujar en tu diario de observaciones un pequeño croquis de tu ubicación respecto al niño).

    – Ten siempre presente respetar la concentración del niño. En Montessori jamás se interrumpe un ciclo de trabajo y concentración. La “no intervención” será nuestro mantra, a menos que pase algo grave.

    Anota sólo lo puramente objetivo. Evita juzgar ni poner etiquetas. Con el tiempo y gracias al registro de observaciones irás reuniendo pistas para detectar ciertas cosas, sacar conclusiones y tomar acción. Por ejemplo, en el caso de que intuyeras una dificultad podrías derivar al profesional de referencia (como a un logopeda si se tratase de una dificultad en la adquisición del lenguaje).

      La verdad es que podría estar hablando horas y horas de este fascinante tema, pero creo que como no es posible espero que los puntos tratados te ayuden en tu práctica. Quiero despedirme con esta cita de Ginni Sackett, Guía Montessori, que define esta importancia de la observación dela siguiente manera:

                “Con la observación somos guías Montessori. Sin la observación somos maestras convencionales con manipulativos realmente chulos”.

                ¿Alguna vez te habías planteado la gran importancia de la observación? En tus años de escuela, ¿sentías que se respetaba y se tenía en cuenta tu individualidad? ¿Y la de tus hijos? ¿Crees que en el sistema educativo tradicional se le da la importancia que realmente merece?

                Como siempre digo, el sistema educativo tradicional también tiene sus cosas buenas, no hay que despreciarlo ni mucho menos. Simplemente pienso que algo inventado hace 150 años para educar a una gran masa analfabeta no puede seguir teniendo plena validez en un contexto completamente diferente.

                Si quieres dejarme tu punto de vista, me encantará leerlo en los comentarios.

                Si quieres también puedes suscribirte aquí a la lista de correo, recibirás tres estupendos regalos y te avisaré de todas las novedades. Gracias de corazón.

                Firma de Miriam Escacena, de Tu Guía Montessori, para cerrar las entradas del blog.

                Dame tu email para recibir tus tres regalos

                 

                 

                •  Mi mini ebook “Empieza a signar con tu hijo”, en el que descubrirás la magia de la comunicación temprana con tu bebé.
                • Master Class sobre Inteligencias Múltiples, que te hará cambiar el punto de vista a la hora de observar a los niños y descubrir todo su potencial.
                • Regalito sorpresa sobre Pedagogía Montessori, ¡déjame enviártelo para descubrirlo cuanto antes!
                • Este campo es un campo de validación y debe quedar sin cambios.