Queridos amigos,
Hoy traemos un nuevo artículo de Elena Rubio, de www.eneacoachingpsicologia.com que nos hace una reflexión sobre un tema calentito estos días.. Os invito a leerlo y seguir su trabajo en su página de Facebook.
Ahí va!
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Llegan las vacaciones de tus hijos… y en algunos casos, los problemas. Con frecuencia aumentan las discusiones con nuestros hijos porque no hacen nada, están todo el día tirados viendo la tele, o si son un poco más mayores, en la calle sin entrar y ni siquiera recoger su habitación… y esto hace que a menudo, en algunos casos, discutamos también con la pareja, en caso de haberla.
¿Cómo podemos afrontar esta situación sin perder los nervios y disfrutando de los buenos momentos que podría darnos que los hijos estén en casa, más tiempo con nosotros? Aquí os indicamos una serie de recomendaciones, que podréis adaptar a cada situación particular de vuestra casa:
- Debemos ser conscientes que a estas alturas del año, nosotros también estamos cansados, y que a veces nos molestan cosas que en otros momentos no lo harían. Para un momento a pensar en las “batallas” que quieres librar, y qué otras cosas no son tan importantes ni merecedoras de discusiones.
- Para evitar las discusiones con la pareja, en estos primeros días, hablad y concretad que normas queréis poner a vuestros hijos durante estos meses. Debéis ir de la mano en esto, de manera que los hijos no tengan la opción de ir primero a uno, luego al otro… y en ningún caso descalifiquéis al otro (“Anda, recoge la habitación, que por no aguantar a tu madre…” o “Haz la cama que como se entere tu padre no sé lo que te va a hacer…”). De esta manera, la responsabilidad de cumplir las normas y límites será de ambos.
- Si sois conscientes, ya antes incluso de que las vacaciones vayan a comenzar, de que habrá conflictos, podéis establecer juntos un “contrato” en el que se establezcan unas normas y las consecuencias por no cumplirlas. Dichas consecuencias, cuanto mayor sean vuestros hijos, deberían ser consensuadas. Ej.: Todos los días deberás hacer la cama y recoger tu habitación antes de salir. En el caso de no hacerlo, al día siguiente no podrás ir a la piscina con tus amigos, como tenías previsto.
- Aún siendo conscientes de la necesidad de normas, no convirtamos las vacaciones en un cuartel general. Los niños necesitan tiempo para jugar, descansar, ver a otros niños… en definitiva, socializar, disfrutar, aprender de la vida… por eso, démosles tiempo para ellos mismos y opciones variadas (juegos libres, juegos dirigidos, parque, etc.) puedan fomentar el juego y la creatividad; tratemos que tengan diferentes opciones más allá de ver la tele y jugar con la Tablet y el móvil.
- Haced planes en familia. Ahora que ya no tienen deberes ni exámenes, y que las tardes son más largas, aunque vosotros todavía trabajéis, tal vez podéis aprovechar para hacer cosas que en invierno nunca hacéis. En ese mismo “contrato”, cada uno podría proponer un plan en familia, y organizaros para cumplirlos todos a lo largo del verano.
Estas pequeñas pautas tal vez puedan ayudaros, siempre adaptándolas a vuestras circunstancias, las edades de vuestros hijos, las ayudas que podáis tener (abuelos, cuidadores, etc.). En algunos casos, cuando adoptar estas pautas puede resultar casi imposible, tal vez se deba considerar ahondar más en la situación particular de la familia, y solicitar ayuda profesional.
Mil gracias Elena por compartir estas reflexiones.
Un gran abrazo,
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