Queridos amigos,
Hoy quería compartir con vosotros mi admiración por Jéssica Gómez, mujer cuyas palabras siempre me han cautivado desde que comenzó su andadura hace unos años en Háblame Bajito y en su maravilloso blog. Han pasado sólo 3 días desde que publicó un texto que se ha convertido en el gran fenómeno viral de estos días, y no es para menos, ya que de una forma maravillosa pone voz a muchas de nosotras. En tan solo 72 horas la publicación tiene más de 5000 comentarios y ha sido compartida más de 100.000 veces, ¡y las que quedan!
En su escrito, Jéssica se dirige a una mujer real, tal y como cuenta en esta entrevista de woman.es, se trata de una joven que observó al ir a la playa con sus hijos hace unos días, que le recordó a ella misma en su adolescencia y le hizo reflexionar sobre la infinidad de mujeres que viven sintiéndose acomplejadas por su propio cuerpo (en un grado más o menos consciente), sufriendo siempre la presión establecida por la sociedad en la que vivimos:
“Te escribo porque me gustaría decirte que me he fijado en ti. Te he visto, y no he podido evitar verte. Te he visto ser la última en quitarte la ropa.Te he visto ponerte detrás de todo el grupo, disimuladamente, y quitarte la camiseta cuando creías que nadie te miraba. Te he visto sentarte en la toalla en una cuidada postura, tapando tu vientre con los brazos.Te he visto ponerte en pie para ir a bañarte y tragar saliva nerviosa por tener que esperar así, de pie, expuesta, a tu amiga, y usar una vez más tus brazos como pareo para taparte: tus estrías, tu flaccidez, tu celulitis”.. Pincha en la imagen de arriba para leer el texto completo en su página de Facebook porque no te va a dejar indiferente, y te animo también a que lo compartas o la sigas en su perfil de Twitter.
A pesar de toda la revolución viral de su texto estos días, Jéssica es una gran mujer con los pies en la tierra, y ha tenido la gran amabilidad de concederme una entrevista para mi humilde espacio en la blogosfera contestando estas preguntas.
1.- ¿Cómo te sientes con todo este fenómeno Jéssica? No solo por la cantidad de veces que ha circulado este texto, si no por la emotividad que está despertando y las lágrimas que están liberando un buen número de mujeres al sentirse identificadas?
Por las respuestas, estoy abrumada. Yo he perdido ya la cuenta de cuántas veces comentarios o mensajes me han saltado las lágrimas. Desde padres de adolescentes que me han dicho que gracias a mi carta han reflexionado, o personas con trastornos alimenticios que me han dicho que mi carta les ha hecho un “click” en la cabeza, a emotivísimos mensajes de una mujer que me ha contado que desde hacía años evitaba la playa y que este verano gracias a mi carta será libre, u otro de una madre que me confesó entre lágrimas ser ella misma quien le estaba poniendo el bañador verde a sus tres hijas, y que ya no quiere hacerlo más. Estoy conmocionada y agradecida a la vida, la verdad.
2.- Crees que tu mensaje está llegando a quien tiene que llegar? Sobre todo a las adolescentes que por su inseguridad pueden ser las que más sufran estas presiones, ¿crees que la verdadera chica que te inspiró se habrá dado cuenta que es ella? Y de ser así, ¿qué crees que sentirá?
Sé que está llegando a muchos, muchos adolescentes. Espero que llegue y haga reflexionar, no sólo a los que sienten complejos (que a esa edad son casi la totalidad), sino a quienes con sus palabras, gestos o miradas tienen el poder de hacer que los demás se sientan mal consigo mismos. Es una reflexión para todos: no sólo para la chica protagonista.
Me imagino que a estas alturas la chica ya habrá leído la carta. Pero no sé si se dará por aludida, al menos más que cualquier otra persona. A Xivares (la playa en que la vi) va mucha gente, y muchas personas tendrán un bañador verde… Pero si se siente identificada y le sirve de algo, me daré por tan contenta como por todos los demás que reconocen que les ha ayudado de alguna manera.
3.- Por qué no hay “chico del bañador verde”? ¿Crees que el público masculino está entendiendo esto o aún queda mucho por recorrer?
Por supuesto que hay “chico del bañador verde”, y esa ha sido una de las mejores sorpresas que esta carta ha traído: yo se la dedico a una chica, porque fue a quien vi, pero en ningún momento en la carta hago exclusión de hombres, igual que no “ataco a los cuerpos perfectos” ni digo cuál era en realidad el cuerpo de la chica. Se ha dado por aludido TODO tipo de personas: gente más grande, más pequeña, gorda, delgada, alta, baja… Y por supuesto hombres también. Me han llegado muchísimos mensajes y comentarios de hombres y chicos reconociendo sentirse como ella. Cualquiera puede ser esa chica.
Tal y como ella misma dice al final, no puede dirigirse a la joven a explicarle todo lo que quisiera, (“Me gustaría poder decirte que tienes una preciosa sonrisa, y que es una pena que estés tan ocupada en ocultarte que no te quede tiempo para sonreír más“), pero si que puede explicárselo a su propia hija, “la del bañador rosa”.
Foto de Shanea, encontrada en este post
Ojala estas palabras lleguen a “la chica del bañador verde”, a todas “las chicas del bañador verde”, porque son muchas, porque somos, hemos sido o seguimos siendo muchas. Yo misma me he dado cuenta cuando me he parado a buscar una foto mía que recordaba que tenía con un bikini verde para ilustrar este post, una foto que me hizo mi hija hace dos o tres veranos, que me llenó de emoción al ver lo bien que la enfocó con sus apenas tres añitos. Al mirarla, me doy cuenta de cómo hago lo mismo que la joven, y a mis también “treinta y tantos” como los de Jéssica, me preocupo de cuidar mi postura ante el objetivo de la cámara, (y eso que solo me mira la personita que más me quiere del mundo), y en lugar de estar orgullosa de mi cuerpo y mi útero que ha gestado dos vidas, me preocupo más de la cantidad de centímetros de la piel que lo envuelve, (al final decidí no poder la foto).
Es dificilísimo cambiar hábitos, también creencias sobre uno mismo y sobre lo que se supone que debe ser. Seamos conscientes de todo esto y tratemos de cambiar el mundo para los que nos suceden. Jamás de los jamases hablemos de nuestro cuerpo delante de nuestras hijas e hijos, ni del suyo, si no solamente de salud, de lo mucho que nos gusta disfrutar de la comida, sus sabores, sus texturas, de lo importante que es hacer deporte para sentirse bien y de la cantidad de cosas que nos puede ofrecer la vida para saborearla.
Al menos ya algunos países como Francia y el Reino Unido están empezando a tomar medidas importantes contra la extrema delgadez de las modelos en los anuncios publicitarios, (aquí puedes ver la noticia de Londres), y también existen iniciativas ciudadanas como la campaña #everybodysready. Cada vez son más graves los trastornos de alimentación en los jóvenes, y no olvidemos que la anorexia llega a matar.
Me despido con este maravilloso vídeo titulado “Habla con tu hija antes de que la industria cosmética lo haga“, otra gran reflexión para tener a mano a la hora de explicarle todas estas cosas a nuestros hijos como propone el texto.
Mil gracias Jéssica Gomez Álvarez por tus palabras tan sabias
Un gran abrazo,
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